martes, 13 de febrero de 2024

A Litany in Time of Plague / Letanía en tiempos de peste

 ORIGINAL:

Adieu, farewell, earth’s bliss;

This world uncertain is;

Fond are life’s lustful joys;

Death proves them all but toys;

None from his darts can fly;

I am sick, I must die.

    Lord, have mercy on us!

 

Rich men, trust not in wealth,

Gold cannot buy you health;

Physic himself must fade.

All things to end are made,

The plague full swift goes by;

I am sick, I must die.

    Lord, have mercy on us!

 

Beauty is but a flower

Which wrinkles will devour;

Brightness falls from the air;

Queens have died young and fair;

Dust hath closed Helen’s eye.

I am sick, I must die.

    Lord, have mercy on us!

 

Strength stoops unto the grave,

Worms feed on Hector brave;

Swords may not fight with fate,

Earth still holds open her gate.

“Come, come!” the bells do cry.

I am sick, I must die.

    Lord, have mercy on us!

 

Wit with his wantonness

Tasteth death’s bitterness;

Hell’s executioner

Hath no ears for to hear

What vain art can reply.

I am sick, I must die.

    Lord, have mercy on us!

 

Haste, therefore, each degree,

To welcome destiny;

Heaven is our heritage,

Earth but a player’s stage;

Mount we unto the sky.

I am sick, I must die.

    Lord, have mercy on us!


§                                §                                §


Adieu,
quebientevaya, dicha mundana;

incertidumbre del mundo mana;

afectuosos los placeres de la vida son;

son para la muerte murmuración;

sus piruetas no sabrán a ningún lado ir;

enfermo estoy, he de morir.

          ¡Señor, ten piedad de nosotros!

 

A los ricos, desconfíen de la opulencia,

no sabrá el oro comprar la médica ciencia;

el cuerpo por sí mismo cederá.

Todo lo que existe perecerá,

Camina la plaga sin saber dónde ir;

enfermo estoy, he de morir.

          ¡Señor, ten piedad de nosotros!

 

No es sino una flor la belleza

y con arrugas el tiempo le atraviesa;

pierden sus cabellos los fulgores;

hermosas reinas han muerto jóvenes;

Helena, de polvo cegada, ignora dónde ir.

Enfermo estoy, he de morir.

          ¡Señor, ten piedad de nosotros!

 

Miran profunda la tumba mis músculos ufanos,

del valor de Héctor se alimentan los gusanos;

no alcanza al destino el filo de las espadas,

sostiene la puerta aún la Tierra a sus espaldas.

Me claman las campanas; a ellas he de ir.

Enfermo estoy, he de morir.

          ¡Señor, ten piedad de nosotros!

 

Con su lascivia prueba el ingenio

de la muerte la amargura y el genio;

el ejecutor de los infiernos

hace oídos sordos en los avernos

de lo que cualquiera pueda decir.

Enfermo estoy, he de morir.

          ¡Señor, ten piedad de nosotros!

 

Apura, pues, el paso en cada paso,

para recibir con alegría el acaso;

son los Cielos nuestra herencia,

la Tierra, gran teatro, pura carencia;

remontamos al cielo, ahí hemos de ir.

Enfermo estoy, he de morir.

          ¡Señor, ten piedad de nosotros!

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 versión del niño sol / simio en la espesura